Conoci a Hector por error, por un acaso, por un evento propio del caos organizado de la universidad brasileira buen ejemplo de la universidad latinoamericana, puesto que hice mi seleccion para doctorado en la UFRRJ en 2001, hice el examen escrito en Belem de Para donde finalizaba estudios de maestria en la UFPA/NAEA ya que por la dimension continental de Brasil no podia viajar a Rio de Janeiro
para hacerlo, fui aprobado y me presente en el piso nueve del CPDA localizado en una vieja edificacion de la Avenida Getulio Vargas esquina con la Avenida Rio Branco paradojicamente dos simbolos de los problemas que la Ecologia Politica enfrenta en Brasil y que Hector contribuyo a trabajar, un processo de desarrollo tecnologico y economico hiperacelerado formador de una oligarquia excesiva creado sobre la base debil de una sociedad semifeudal algunas veces decididamente escravocrata a pesar de estar en el inicio del siglo XXI, la famosa Belindia. Asi estaba sentado en la sala de reuniones del CPDA ese dia de 2001, ya aceptado en el doctorado con un orientador que me habia escojido por ser de la region norte de Brasil llena de conflictos por la tierra, desigualdades sociales y asimetrias entre los barones paraenses y sus poblacion desheredada de la tierra desde su expulsion al final del ciclo esclavista. Era un senor barbudo que se parecia com Trotsky y que despues supe que era tan conflictivo como el original al punto de que se peleo con la coordinacion del doctorado y se fue de licencia a Espana a trabajar agroecologia, asi me quede huerfano sin orientador en ese momento aparecio Hector en mi vida el de la forma mas desprendida y simple se ofrecio para orientarme eso me ayudo a convertirme en lo que soy ahora un biologo que trabaja la ciencia interdisciplinar de la Ecologia Politica, de continuar con el Trostky gaucho talvez nunca hubiera finalizado el doctorado. Pasado ese episodio el caos organizado se manifiesta de nuevo y Hector me llama para una reunion de orientacion, pense que seria en la sala de el noveno piso del CPDA, pero no, fue en el restaurante Lamas del barrio de Flamengo Zona Sur de Rio de Janeiro.
Alli entre las deliciosas carnes y la tradicional cerveza gelada definimos lo que seria mi tesis de doctorado, esa practica de sacar fuera del contexto a la persona es tipica de los mas expertos orientadores que orientan sin orientar, aparentemente desorientando, un paso adelante y dos para atras, ensenar sin ensenar, obra del verdadero profesor, algo que solo los que conocian mas de cerca a Hector como intelectual sabian, bajo la apariencia de desgarbo y desleixo, ese termino tipicamente brasileiro se ocultava una mente hambrienta de saber al mejor estilo de los enciclopedistas franceses, quien sabe se le pego eso en su estancia mejicana o lo aprendio entre Buenos Aires y Rio de Janeiro, las dos ciudades que el creo mas disfruto.
Esos fueron los comienzos de una amistad que duraria quince lustros y que ahora esta en la historia.
para hacerlo, fui aprobado y me presente en el piso nueve del CPDA localizado en una vieja edificacion de la Avenida Getulio Vargas esquina con la Avenida Rio Branco paradojicamente dos simbolos de los problemas que la Ecologia Politica enfrenta en Brasil y que Hector contribuyo a trabajar, un processo de desarrollo tecnologico y economico hiperacelerado formador de una oligarquia excesiva creado sobre la base debil de una sociedad semifeudal algunas veces decididamente escravocrata a pesar de estar en el inicio del siglo XXI, la famosa Belindia. Asi estaba sentado en la sala de reuniones del CPDA ese dia de 2001, ya aceptado en el doctorado con un orientador que me habia escojido por ser de la region norte de Brasil llena de conflictos por la tierra, desigualdades sociales y asimetrias entre los barones paraenses y sus poblacion desheredada de la tierra desde su expulsion al final del ciclo esclavista. Era un senor barbudo que se parecia com Trotsky y que despues supe que era tan conflictivo como el original al punto de que se peleo con la coordinacion del doctorado y se fue de licencia a Espana a trabajar agroecologia, asi me quede huerfano sin orientador en ese momento aparecio Hector en mi vida el de la forma mas desprendida y simple se ofrecio para orientarme eso me ayudo a convertirme en lo que soy ahora un biologo que trabaja la ciencia interdisciplinar de la Ecologia Politica, de continuar con el Trostky gaucho talvez nunca hubiera finalizado el doctorado. Pasado ese episodio el caos organizado se manifiesta de nuevo y Hector me llama para una reunion de orientacion, pense que seria en la sala de el noveno piso del CPDA, pero no, fue en el restaurante Lamas del barrio de Flamengo Zona Sur de Rio de Janeiro.
Alli entre las deliciosas carnes y la tradicional cerveza gelada definimos lo que seria mi tesis de doctorado, esa practica de sacar fuera del contexto a la persona es tipica de los mas expertos orientadores que orientan sin orientar, aparentemente desorientando, un paso adelante y dos para atras, ensenar sin ensenar, obra del verdadero profesor, algo que solo los que conocian mas de cerca a Hector como intelectual sabian, bajo la apariencia de desgarbo y desleixo, ese termino tipicamente brasileiro se ocultava una mente hambrienta de saber al mejor estilo de los enciclopedistas franceses, quien sabe se le pego eso en su estancia mejicana o lo aprendio entre Buenos Aires y Rio de Janeiro, las dos ciudades que el creo mas disfruto.
Esos fueron los comienzos de una amistad que duraria quince lustros y que ahora esta en la historia.
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